Lenis Toro, alumna de IM y ex presidenta de las aerolíneas venezolanas Aserca Airlines y Santa Bárbara Airlines

Lenis Toro tiene un currículum impresionante. Con 25 años de trayectoria, ha pasado por multitud de sectores como telecomunicaciones, medios de comunicación digitales e impresos y sobre todo aviación, llegando a ser presidenta de varias compañías. Recientemente ha decidido dar un giro a su carrera además de cursar nuestro Diplomado de Personal Branding y Gestión de Marcas. En la siguiente entrevista nos explicará cómo ha sido su trayectoria y qué supone ocupar un alto cargo siendo mujer en su Venezuela natal.

Tras tantos años trabajando en el mundo de las aerolíneas, ¿qué te impulsa a dar un giro tan drástico a tu carrera?

Personalmente no creo que hay sido un giro tan vertiginoso, más bien fue el regreso del hijo pródigo. Mi carrera inicialmente siempre fue el marketing y básicamente por esos logros en el área comercial y llevando un departamento completo donde me reportaban unas 600 personas a nivel de las aerolíneas, fue que logré ese ascenso para dirigir una de las empresas.

Entonces ya no puedes tener solo la visión del área comercial. Cuando eres la presidenta tienen más importancia otras cosas como las finanzas o, en una aerolínea, la seguridad operacional. Sin embargo lo que logré hacer es que a eso que es estándar como el revenue, la rentabilidad y la seguridad dentro de la aviación, le incorporé mi alma mater: el marketing.

Entonces existía una preocupación adicional por los clientes, por la marca, por su experiencia, por lo que ellos sentían y por su opinión y evidentemente dentro de una línea aérea todo eso está concatenado. Cada pasajero satisfecho es un proceso de recompra adicional porque recomienda la marca. Entonces lo que hicimos fue que ese conocimiento que ya había a nivel de marketing, permeó a la estructura corporativa para lograr posicionar ese sentido de respeto al cliente.

Durante tu trayectoria habrás tenido que trabajar cara al púbico en muchas ocasiones, ¿por qué decides justo ahora realizar nuestro curso de Personal Branding y Gestión de Marcas?

Sí, ciertamente durante toda mi trayectoria profesional me ha tocado, porque es parte de lo que haces cuando eres el gerente comercial, el vicepresidente o presidente de una organización. Tienes un nivel de visibilidad y exposición mayor, para lo bueno o para lo malo. Lo que sucede es que ahora a nivel de marketing se le está dando estructura a muchas otras cosas que a lo mejor antes no las teníamos en cuenta y eso tiene que ver con el branding personal.

Personalmente creo que el diplomado me ha ayudado más a enfocarme en mí que en las marcas. Inicialmente cuando lo tomé, la decisión era ayudar a otros y sigue siendo ayudar a otros porque así uno siente un nivel importante de satisfacción, pero la orientación principal era gestionar marcas comerciales y no personales. El gran logro del diplomado fue que en todo su proceso, un proceso extraordinario, me ayudó a verme a mí misma como una marca.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido del curso? ¿Has tenido uno de esos momentos en los que piensas: “ojalá hubiera sabido esto antes”? ¿Nos puedes poner un ejemplo?

Lo que más me sorprendió del diplomado fue la capacidad de involucrarlo a uno mismo. Quien se tome en serio hacer un diplomado, especialmente este diplomado en particular, y hago énfasis en este porque yo he hecho otros diplomados. Tengo diplomado en marketing digital, en gerencia de redes sociales, en mercadeo y negocio y he hecho otro tipo de estudio, pero este diplomado me tocó la fibra porque yo nunca me consideré una marca y aquí te demuestran cómo cada uno es una marca en sí misma.

Algunos tenemos una forma de comportarnos y la gente nos reconoce por ello. Cómo te vistes, tu perfume, cómo hablas, cómo interactúas…te convierte en tu propia marca. Pero la mayoría no sabe potenciarlo y la primera sorprendida cuando empecé a hacer el diplomado fui yo misma, especialmente porque eso lo había dejado de lado y no era consciente de que debía gestionarlo y organizarlo. Para poder ayudar a otros debía empezar por mí misma.

¿Te ha ayudado el curso a reconocer algunos de tus puntos fuertes que no habías contemplado? ¿Qué valores resaltarías de tu marca personal?

Aunque considero que podría tener buenas habilidades comunicacionales a la hora de dirigirme y orientar a los equipos de trabajo, también tengo que reconocer que mis habilidades comunicacionales como marca personal no existieron y es cuando tienes mucho conocimiento, han sido 25 años de experiencia estando en diferentes industrias y diferentes compañías, cuando te das cuenta.

Mis padres no tuvieron educación formal, y viniendo de una familia muy humilde, ser un poco osada a la hora de alardear de esos logros me ha costado muchísimo. Fue a través del diplomado que entendí que uno puede ser fuente de inspiración para otros a través de su propia historia. Dentro de mis valores está la disciplina y el respeto. Gerencialmente siempre fui así, en responder y atender a la gente, en ser puntual, en entender que un saludo es sumamente importante. Esos valores estuvieron siempre conmigo.

Pero a lo mejor la comunicación desde auto-promocionarme nunca lo estuvo y creo que fue mi talón de Aquiles durante todo el proceso educativo hasta que logré entender que no puedo seguir huyéndole a esa introspección y a esa marca personal que se llama Lenis Toro.

¿Qué representa ser mujer en tu país y ocupar un cargo tan importante?

Personalmente puedo decir que todavía existen muchos complejos en nuestra sociedad sobre el rol de la mujer. Me parece que la mujer es una gran administradora doméstica, sin embargo el rol lo hemos dejado suscrito solamente al hogar para que cuide a los niños. Pero veo con mucha frecuencia madres con mucho potencial que solamente se dedican a la casa y que a lo mejor tienen una luz, pero esa luz no puede salir a relucir porque está opacada por algo.

Seguimos siendo muy latinos en ese sentido. Yo creo que en el mundo, en términos generales, la mujer todavía sigue estando rezagada. Creo que las mujeres somos ejemplo de liderazgo, que las mujeres somos más coherentes con lo que decimos y lo que hacemos, somos unas grandes administradoras, no solamente de los recursos de la casa y de la empresa sino administradoras del tiempo porque tenemos que sacar tiempo para los hijos, para la familia, para el esposo, para los amigos, para el emprendimiento, para los proyectos, para los trabajadores y nos gusta quedar bien y hacer el trabajo bien en todos los ámbitos de nuestra vida.

Entonces siento que merecemos un rol mucho más protagónico y deberíamos dejar de estar en un segundo plano para empezar a  estar en un primer plano. Si me preguntas a mí, pienso que, si hubiera más mujeres presidentes en los países, el mundo sería un mejor lugar para vivir.

¿Te has encontrado dificultades en tu ascenso profesional? ¿Cómo las has superado?

Personalmente creo que las dificultades forman parte de tu vida, siempre las va a haber. La gran diferencia está en la manera en que las afrontas. Mi familia tenía pocos recursos y éramos seis hermanos, por lo que nuestros padres, con sus trabajos de obreros no se podían permitir educación superior para todos. Eso significa que cuando terminabas la secundaria, mamá te decía: “Hija, hasta aquí te puedo acompañar”.

Sin embargo la gran diferencia fue la forma en la que nos crió. Mi madre siempre me decía: “Tú vas a ser una mujer importante, tú vas a ser una jefa”. Y me lo decía desde muy corta edad. Entonces yo creo que nos acostumbramos a visualizarnos en la concreción del resultado más que a pensar en los obstáculos. Los obstáculos son parte del aprendizaje, parte de las experiencias, parte de la vida, pero si tú estás focalizado en la meta, en ese objetivo o propósito, estoy segura de que lo vas a lograr.

Creo que los valores, la formación y los principios del hogar fueron valiosos en el “me caigo pero me levanto”. En eso mis padres fueron fantásticos y siempre nos inspiraron a salir adelante, no importa si eres mujer, si vienes de una barriada o una favela. Usted se concentre en que eso ya es suyo y va a ser suyo porque va a trabajar para eso. Esa fue nuestra fuente de inspiración, creo que en mi caso mucho más.

¿Cuál crees que es la clave del liderazgo?

Creo que la coherencia. Los líderes tenemos que entender que nuestra posición es una posición para servir y no para ser servido. Cuando el líder se da cuenta de que él es un área de soporte para el resto de la organización, que puede ser un guía o un mentor,  ya sea través de sus acciones, de su coherencia, de su integridad, respetando a su equipo de trabajo… en ese momento un líder entiende que es quien lleva la batuta.

Yo creo que existe una concepción errónea de que el jefe o líder de un equipo es quien se merece todos los privilegios y que se hacen las cosas porque es el que manda. Yo creo que uno sigue a un líder porque lo respeta y para poder respetarlo tiene que admirarlo. Para admirar a alguien tiene que haber una coherencia en los valores que predica. Porque si separas lo que dices de lo que haces, no va a haber un seguimiento de los trabajadores, los trabajadores ni siquiera van a creer en ti.

Entonces creo que la integridad y coherencia como forma de vida en todos los aspectos, más esa vocación de servir, ser el ejemplo, ser íntegro, escuchar y respetar a las otras personas, son cualidades imprescindibles y la gran clave para el liderazgo.

¿Crees que el ser mujer aún exige demostrar habilidades extra (en comparación a los hombres) para liderar equipos?

Por supuesto que el ser mujer exige una demostración de habilidades extra. El liderazgo de las mujeres pareciera que tuvieras que sobre demostrarlo, que requiriese un esfuerzo extra porque igual lo femenino está asociado a que es menos inteligente o a la debilidad o que no se puede ser madre, ama de casa y presidenta de una organización.

Yo tengo que agradecer el hecho de que mis superiores me hayan dado esa oportunidad, dirigir a 2.100 trabajadores no será gran cosa para algunos, pero para mí fue una experiencia extraordinaria y una experiencia importante. Yo agradezco enormemente que ellos hayan visto en mí esa capacidad y ese potencial para poder llevar adelante eso.

Sin embargo, cuesta ganarte el respeto. Aviación es un negocio de hombres, prácticamente todas tus líneas de reporte están lideradas por ingenieros hombres. El perfil profesional femenino allí es muy escaso, porque aviación requiere que estés disponible las 24h del día y eso es complejo y para una mujer más todavía.

Eso requiere el apoyo de una empresa que crea en ti, pero también de una familia que crea en ti porque a veces las mujeres encontramos adversarios en casa. Un esposo tiene que estar muy seguro de sí mismo y tener una autoestima grande para permitir que su esposa tenga un desempeño profesional más sobresaliente que él e incluso gane más que su esposo. A veces en casa ni siquiera te lo permiten.

Entonces tu primera pelea es dentro de casa y la siguiente puede ser contra la sociedad o contra el entorno o las compañías, pero sí, las mujeres tenemos que demostrar el doble y a veces hacer el triple para que puedan valorar lo que nosotras hacemos.

Si sigues estadísticas de mujeres presidentes de organizaciones creo que no supera el 10%, y aunque cada vez hay más mujeres en posiciones de liderazgo, considero que hay mucho por hacer.

 

Actualmente te estás dedicando a un proyecto de consultoría y dando capacitaciones online. ¿Qué les enseñas a tus alumnos?

Han sido 25 años de experiencia en diferentes empresas y con diferentes entornos, incluso con diferentes momentos económicos y políticos, con diferentes tipos de industrias. No significa que te lo sabes todo, pero yo creo que eso te da una buena base como para querer compartir ese conocimiento con otros. Querer orientar a otras personas o a otras empresas.

En Venezuela, a pesar de las circunstancias hay empresas intentando salir adelante y dar lo mejor de sí, hay otras empresas que están apostando a mercados internacionales y por el marketing internacional, es un área súper delicada pero es un área a la que le puedes prestar muchísima atención a la hora de innovar o de incorporarte y estoy trabajando en algunos proyectos de consultoría y estoy dando capacitación en el área de marketing. Estoy dando materia a nivel de producto, servicio, gerencia de producto y servicio, de marca, de marca comercial, y en publicidad que también soy publicista.

Yo creo que cada vez que les explicas a los alumnos lo que sabes, acabas aprendiendo tú. Y ellos comparten contigo sus experiencias o lo que ellos pueden saber o suelen hacer. Muchos se llenan de dudas e incertidumbre y te preguntan. Muy en el fondo responde al deseo de ayudar y servir, es parte de lo mismo. Lo puedes hacer como presidente, como profesor, como asesor…y creo que ese es mi propósito y mi vocación.

También creo que aún me queda un cartucho adicional desde el punto de vista corporativo. En los próximos años sí que quisiera desempeñar una posición corporativa dentro de una organización, pero solamente para reiterar algunas destrezas.

Al final me voy a quedar con capacitación y como asesora, porque ese deseo de que la gente transforme su vida y transforme sus empresas y que al final puedas decir: “yo contribuí a ese nuevo líder o a ese presidente o a ese director”, yo creo que ese es el mayor logro porque ya uno busca trascender. Es un poco de autorrealización, ¿no?

Después de todo lo que has logrado durante tu carrera, ¿hacia dónde te quieres dirigir?

Bueno después de todos los logros de mi carrera, que son los logros de mi familia, de mi esposo, de mi hijo, y de mis amigos, porque uno no construye en solitario hacia dónde quiere ir. Venezuela es un país que está atravesando una situación muy particular y considero que parte de lo que soy se lo debo a este país tan maravilloso al que amo y creo que tengo que devolverle a mi tierra parte de lo que soy, en extracto, en sustento, en esencia. Y lo que más puedo devolverle es conocimiento. Y el conocimiento se transfiere a través de la capacitación, el entrenamiento y las asesorías y querer ayudar a otros.

Desde el punto de vista de las empresas, ayudando a las marcas, a su mercadeo y a su liderazgo. Con esa parte me siento muy cómoda pero también tengo una responsabilidad personal con la nueva generación que se debe levantar, una generación de excelencia, de líderes de excelencia, de líderes coherentes, de líderes respetuosos, de líderes con valores y con principios que traduzcan en sus acciones parte de lo que suelen decir y lo que suelen hacer. A lo mejor suena romántico, pero yo creo que al mundo le hace falta un poco de romance.

Le hacen falta personas que procuren dejar mejor sus países o aunque sea sus vecindarios, no importa el alcance, pero tenemos que tener esa vocación de dejar las cosas mejores que como las recibimos. No importa si es en el instituto donde dictas clase o dictando clases a nivel internacional. Pero muy en el fondo  lo que quiero es apoyar a la generación de relevo. Eso forma parte de mí y necesito hacerlo.

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